El 2012 parece estar más cerca de lo que pensamos, en las noticias, en los diarios, en las redes sociales y en las platicas cara a cara oímos hablar sobre los posibles candidatos a la Presidencia, si los próximos comicios electorales están en boca de todos, entonces hablemos de ellos.
Más allá que hablar de los 'candidatos', analicemos sus acciones en los cargos que han desempeñado, en su forma de hacer política, las propuestas y soluciones a los diversos problemas que se les han presentado, la congruencia en sus vidas políticas, en sus ideas.
También veamos los partidos políticos en los que militan, así como la preparación y experiencia con la que cuentan, muchos de ellos han desempeñado cargos públicos, han gobernado o legislado, a partir de ello podemos hacer una aproximación sobre la capacidad que tienen para llevar las riendas de nuestro país.
El ambiente en cada uno de los partidos políticos es fundamental, ya que si entre ellos mismos no se organizan, ni dan ejemplo de democracia y civilidad, ¿qué podemos esperar?.
Un candidato que sea designado por los miembros de su partido como el más capacitado para ser Presidente y no que sea elegido por su carisma, tampoco aquel que se autodesigne como el candidato, ¿qué podemos esperar de alguien que no respeta la democracia o las instituciones?
El mejor candidato podría emerger de una institución política que da espacio a la democracia entre su militancia, que permite la postulación y elección de la persona que convenga a los intereses del país, de un partido que se manifieste a favor de las candidaturas ciudadanas es muestra de la pluralidad.
Aún falta tiempo para el 2012 sí, pero no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, estamos a tiempo de informarnos, de analizar y descartar a aquellos 'candidatos' que no convienen al país.
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